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martes, 31 de octubre de 2017

HARRY POTTER Y LA RED FLÚ.

Queridos lectores:
Ante las peticiones que he tenido por carta, email, o llamadas para que adelantara un avance del nuevo libro de Harry Potter que estoy escribiendo actualmente, que será el octavo; más o menos, y después de haber resumido exhaustivamente lo que llevo editado, esta nueva novela viene a narrar más o menos lo siguiente...
HARRY POTTER Y LA RED FLÚ.
Cuando Harry Potter terminó sus estudios en Hogwarts se graduó como auror; habiéndose casado con Ginevra (Ginny) Weasley, tuvieron tres hijos, a saber: Albus-Severus (en recuerdo de Dumbledore y Snape), James (en recuerdo de su padre) y Lily Luna (rememorando a su madre y a Luna Lavegood).
Ellos, están ya a punto de licenciarse en Hogwarts; y su padre, ya hace tiempo que dejó la auro-mancia para dedicarse a la enseñanza y a la dirección activa de la escuela de magia.
Empezando como profesor de artes oscuras, fue ascendiendo en el escalafón de la escuela hasta que consiguió, ayudado por otros profesores afines, ser director, llegando a sentarse en el despacho del mismísimo Albus Dumbledore.
Estuvo poco tiempo de director, y durante esa andadura aprendió a utilizar los polvos “flú” a la velocidad del rayo; llegó a hacer uso de ellos con una rapidez inusitada, sacándolos de  la bolsa que colgaba de su cinturón.
Esos polvos fueron inventados en el siglo XII por Ignatia Wildsmith, y tenían mucha aceptación entre todos los que una vez estudiaron en Hogwarts.
Harry, caminaba ya por los cincuenta y tantos años, y su llegada a la madurez no le había cambiado en demasía su presencia física; más mayor, eso sí, pero su aspecto no había cambiado tanto como el de su inseparable amigo Ron; ya estaba casi calvo, bastante más grueso, y con un ojo dañado por una picadura de araña, esas que tanto miedo le dan.
Quisieron, tras una  decisión de la dirección donde también estaba su amigo Weasley, separarse del Ministerio de Magia e iniciar una andadura en solitario como un CIH, (colegio independiente de Hogwarts).
El Ministerio de Magía entonces, envió  aurores y dementores al colegio para detener a Harry y a la junta directiva;  pero Harry, experto en la utilización de los polvos flú; se introdujo en la chimenea de su despacho, cuidadosamente cogió una pizca de polvos mágicos del "canut" y regándose con ellos,  pronunció fuerte el nombre de la ciudad donde  quería viajar; de pronto unos destellos brillantes  verdes y amarillos lo introdujeron en la red flú, y en una fracción de segundo, apareció en  una chimenea de Bruselas.
Esto fue solo un avance, espero que compréis el libro para saber el final de esta interesante nueva peripecia de Harry.
Atentamente...
J.M. Bouling.

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