Se
levant贸 del sill贸n, estaba exhausto, las gotas de sudor correteaban entre su
piel y la barba y la melena blanca postiza.
- ¿C贸mo
es posible que a nadie se le ocurra bajar la calefacci贸n de los hospitales?
-¡Es
imposible estar aqu铆 vestido de Gambrinus/cocacolero con esta ropa del polo
norte!.
- En fin,
es hora de ir a casa, parece que la gente no se cansa de pedir ni en
Nochebuena.
Entr贸 en
el vestuario, se cambi贸, dej贸 el disfraz para el a帽o pr贸ximo y vestido de
calle, abrigado y arropado por su bufanda se dirigi贸 a casa.
Si en el
Virgen del Roc铆o hac铆a calor, su piso era otra cosa totalmente diferente, vac铆o
(a sus hijos les tocaba cenar con su madre), apagado y destilando tristeza por
las paredes.
¿Cu谩ntas
personas estar铆an igual que 茅l en esta noche?; much铆simos, millones, estar铆an
incluso mucho peor.
Hizo de
tripas coraz贸n, encendi贸 la calefacci贸n mientras se duchaba con agua casi
hirviendo; se sec贸 y se enfund贸 en ese albornoz esponjoso que le regal贸, la que
fue su suegra, una navidad, y que tanto le gustaba sentir en la piel.
Meti贸 una
pizza cuatro quesos espolvoreada con trocitos de pavo en el horno y lo puso a
200 G潞, estaba realmente cansado y por su mente pasaban a mil por hora los
deseos de tantas personas que se hab铆an acercado esa tarde a pedirle
cosas; por un momento se acord贸 de los y las que se hab铆an quedado en el
hospital cuidando a los pacientes; al final, los enfermos, ser铆an la familia de
los que estaban trabajando.
Pi,pi,pi,
el horno termin贸 su trabajo y sac贸 la pizza humeante, se abri贸 una lata de
cerveza, cort贸 detenidamente el manjar navide帽o que ten铆a delante, aprovechando
as铆 que se enfriara, y de un trago apur贸 la mitad de la bebida.
Encendi贸
la televisi贸n, pero realmente no estaba prestando atenci贸n a lo que pon铆an; m谩s
bien lo utilizaba como un run-run musical que le hac铆a sentirse acompa帽ado.
Degust贸
poco a poco la pizza, despacio y soplando, y antes de consumir la mitad se
abri贸 otra cerveza, estaba relajado, y tambi茅n agotado; los cuatro quesos le
estaban sabiendo a gloria, no eran jam贸n, ni langostinos, ni guiso de carne,
pero s铆 una comida que le gustaba desde hac铆a mucho tiempo.
Remat贸 la
pizza con otra cerveza, y de pronto en la televisi贸n son贸 esa sinton铆a especial
que solo aparece para los avances informativos, cogi贸 la cerveza, se ech贸 hacia
atr谩s apoy谩ndola en su tripa, y levant贸 la cabeza mientras el presentador
dec铆a:
- En una
reuni贸n expr茅s, entre el presidente de la Generalitat Quim Torr谩 y el
presidente del gobierno Pedro S谩nchez, han llegado a un acuerdo de colaboraci贸n
para arreglar la situaci贸n actual en Catalu帽a, ambos han pedido disculpas por
los desmanes que hayan podido cometer y han firmado la paz.
Sigui贸
escuchando las noticias...
- Todos
los presos se han arrepentido p煤blicamente de sus actos.
- Hoy
hace una semana que no ha naufragado ninguna patera, ni se ha tenido que
rescatar a nadie de las aguas del estrecho.
- Todos
los violentos han depuesto su actitud y solo desean la paz.
- En este
momento no hay ninguna guerra abierta en ninguna parte del mundo, y muchas de
las personas poderosas reparten parte de sus bienes entre los que menos tienen.
Y el
wathssap segu铆a con su tintineo ininterrumpido en estas fechas, no ten铆a ganas
de contestar a nadie, estaba concentrado en las noticias de la tele.
El
locutor y la locutora continuaban..
Se han
vaciado todos los asilos y residencias de ancianos, los hijos, nietos y
sobrinos han dedicado la tarde a recoger a sus familiares para llevarlos a
casa, el caos circulatorio, gracias a Dios hab铆a remitido.
- Muchas
personas tambi茅n salieron para arropar a las gentes que estaban en los cajeros
o zaguanes para llevarlos a casa y prestarles su ducha y regalarles un plato de
comida.
- Sorprendentemente,
los hospitales se han llenado de visitas de la familia para estar con los
enfermos esta noche.
De pronto,
sinti贸 fr铆o a la altura de la boca del est贸mago, la cerveza se le hab铆a
derramado encima y hab铆a calado el blanco albornoz, en la pantalla emerg铆a sublime
la blancura de un palacio, un blanco piano, la blanca ropa de Yoko, y las gafas
amarillas de John Lennon; sonaba...
Imaginad que no hay para铆so
es f谩cil
si lo intent谩is,
ni
infierno bajo nosotros
encima,
solo el firmamento.
Imaginad
a todo el mundo
viviendo
el d铆a a d铆a.
imaginad que no hay pa铆ses
es f谩cil
hacerlo
ni nadie
por quien matar o morir,
y tampoco
religiones;
imaginad
a todo el mundo
viviendo
su vida en paz.
Puedes decir que soy un so帽ador
pero no
soy el 煤nico,
espero
que alg煤n d铆a te unas a nosotros
y el
mundo ser谩 de todos.
Imaginad que no hay posesiones
me
pregunto si puedes;
sin
necesidad de avaricia o de hambre;
una
hermandad de hombres.
Imaginaros
a todos
compartiendo
el mundo.
Puedes
decir que soy un so帽ador
pero no
soy el 煤nico,
espero
que alg煤n d铆a te unas a nosotros
y el
mundo ser谩 solo uno.
Abrieron los noticieros y Catalu帽a estaba igual, o peor si cabe; y etc, etc, etc.
Eran las
nueve la ma帽ana del d铆a de Navidad, y las noticias que hab铆a escuchado fueron
una farsa muy bien concebida por su subconsciente, que le hab铆a dictado en
un sue帽o lo que 茅l hubiera querido escuchar, y m谩s que un sue帽o, fue un cuento
de Navidad, un cuento como el de todos los a帽os.
Es
exactamente lo que tenemos todos en estas fechas: cuentos.
Desear,
desear, desear y desear y no poner ni un gramo, ni un grano, ni un c茅ntimo para
que las cosas que deseamos sucedan.
La
loter铆a de navidad ya pas贸, fue el veintid贸s, no esperes que las cosas que
deseas te toquen en un sorteo.
M谩s de que
lleguen los mensajes, las llamadas, o los escritos, procura que tus actos sean
un regalo de Navidad para los que te rodean.
Feliz
Navidad.
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